¡Hola chic@s!
Ahora que el verano acaba de comenzar, además de disfrutar de él debemos tener en cuenta que en ciertas situaciones puede ser un poco peligroso ya que van a ser unos meses donde nos van a acompañar elevadas temperaturas.
El verano es genial pero por muy agradable que sea, realmente debemos ser cautos y adoptar una serie de precauciones porque también abundan muchos riesgos como intoxicaciones alimenticias, golpes de calor, cortes de digestión, deshidratación, picaduras de insectos y otros muchos riesgos.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que existen grupos de riesgo más propenso a sufrir las consecuencias del verano como niños, bebés, o ancianos. Así que si nos llevamos a alguien de estos grupos a la playa hay que hacerlo siempre con precaución, sombra, crema solar, hidratación, etc...
Nuestro cuerpo está diseñado para aguantar en condiciones normales temperaturas de 41º, aunque no durante demasiado tiempo. Cuando tenemos calor, nuestro organismo regula su temperatura para eliminar el exceso de calor, pero este mecanismo tiene sus límites y debemos ser nosotros los que pongamos remedios, tomar bebidas refrescantes o estar a la sombra.
Nuestro sudor puede llegar a rebajar el calor un 20%, pero el entorno puede influir ya que si nos encontramos en un lugar con exceso de humedad puede no funcionar bien este medio natural de regular la temperatura y, sin saberlo, estaremos alcanzando niveles de temperatura excesivos.
Beber agua, evitar exponerse al sol o realizar deporte en las horas centrales del día o estar a la sombra pueden ser algunas acciones que marcan la diferencia, así que este verano recuerda vigilar tu temperatura corporal y disfrutarlo con seguridad!!
¡Feliz verano!
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